Pero me siguió llamando desde la estantería del salón, y en el verano de mis trece años volví a cogerlo y esta vez no paré, me bebí toda la historia de Macondo y los Buendía, nunca necesité guía de personajes ni esquemas para no perderme entre tanto Aureliano. Y me lo volví a leer tantas veces que ya he perdido la cuenta. Fueron cayendo otros títulos legendarios, Ojos de Perro Azul, La Hojarasca, El Amor en los Tiempos del Cólera, Noticia de un Secuestro... Si le hago caso a la Wikipedia, creo que he leído prácticamente todo lo que ha escrito.
Ahora ya no está, su último libro Memoria de mis Putas Tristes, fue inicialmente una decepción, sólo cien páginas, pensé. Pero es todo un ejercicio de como se puede escribir maravillosamente prescindiendo de todo lo superfluo, cada palabra es perfecta.
Siempre digo que yo, de mayor, quiero escribir como Gabriel García Márquez. No se preocupen, soy plenamente consciente de que es imposible.
Descanse en Paz.
Muy bonito, Cristina. No tengo muchas palabras más.descanse en paz
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