lunes, 28 de octubre de 2013

Educando

Ya lo he dicho antes, mis dos hijos son "de colores", hablando más en serio, mi hijo mayor (adopción nacional) es mulato y mi hija pequeña (adopción internacional) es china. Ciertamente creo que, hoy en día, este aspecto debería causar menos sorpresa de la que causa, pero no es así. Me miran, me preguntan las cosas más indiscretas que os podáis imaginar... En fin. Gajes del oficio.
Así que mi labor educativa es doble, por un lado trato de educar a mis hijos ¡ardua tarea! y por otro tengo que ir educando a la sociedad en la que vivo: no, los niños no se "escogen"; no, no es que les quiera "como si fueran míos" es que SON míos; no, no me costaron dinero (quizás los trámites de la adopción internacional tengan un coste, pero los niños NO SE COMPRAN)... y así todo el rato.
Mi mayor miedo, el auge de la ultraderecha xenófoba que esta crisis/estafa está acelerando. Qué va a pasar con mis hijos cuando mi constante presencia a su lado deje de "blanquearlos", ¿en qué situaciones se encontrarán? ¿Identificará a mi hijo la policía más a menudo que a sus amigos? ¿Cómo vivirá él este tema?¿Tendrá mi hija que escuchar muchas veces que todos los chinos son iguales y que nos están invadiendo? Parece que queda mucho tiempo para que todo esto sea un problema real en mi vida pero, vista a la velocidad que transcurren mis días, me temo que estaré con esta congoja antes de que me de cuenta. Mientras tanto, seguiremos "educando" con la mayor de las paciencias (ya he comprobado que lo de las denuncias judiciales no es un buen método)

2 comentarios:

  1. Habría que hacer más públicas estás reflexiones, para contrarrestar las influencias de la ultraderecha; esto es seguir EDUCANDO

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  2. Educar, es tan difícil, y mucho más educar una sociedad. En ello estamos, poco a poco, aunque tengo que reconocer que hay veces, en determinadas circunstancias, en las que salto y no doy buen ejemplo ni a la sociedad ni a mi hija.

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